Supongo
que a la mente humana no le queda más que conformarse con creer que aprende de
los errores
a
mi sin embargo me queda un sin sabor en el alma, ubicado cerquita del pecho
y
en la boca del estómago
como
un ardor,
que
solo el tiempo lo hace calmar.
Es
la sensación viva cada vez, es casi interminable.
Duele,
molesta, arde. Y trato de lidiar con eso.
Con
eso y con las intensas ganas de llorar, y de tirar todo por la ventana.
Trato
de mantener la calma, y sin embargo ni siquiera puedo conciliar el sueño.
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