domingo, 19 de febrero de 2012

Ir al supermercado es todo un tema si estás sin auto. Dependes de que alguien te lleve, o de ir y venir en remis. A lo sumo para abaratar costos vas caminando y volves es remis.
Ya cuando tenes un hijo, y encima es chiquito, la odisea es doble. Porque se cansa para ir caminando por ende lo tenés que llevar a upa, no aguanta quieto mucho tiempo dentro del supermercado, entonces tenes que buscarle un entretenimiento. Vas cantando como una boluda, entre góndola y góndola, evitando pasarles muy cerca, dado que arrasa con los productos a medida que les pasa cerca. Y no esta bueno para ir juntando las cosas, cual repositora. Sino lo que comunmente hago es ir estorcionandolo todo el camino, ahora compramos un turrón, tratando de que la compra sea lo más cerca posible de terminar de elegir los productos de la compra. Sino se come el premio, y empieza a querer subir y bajar del changuito.
Por ende el "disfrute" que me generaba ir de compras al super, se convierte en un calvario ya de solo pensarlo. 

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